La Biblia y el divorcio

El matrimonio es un pacto sagrado ante Dios, diseñado para que dicha unión dure toda la vida. La Biblia enseña que el matrimonio representa la unión entre un hombre y una mujer bajo la bendición de Dios. Según las Escrituras, el matrimonio es mucho más que una simple formalidad social. Más bien, es un vínculo profundo, donde «ya no son dos, sino uno solo» (Mateo 19:6).

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El Propósito del Matrimonio

Dios estableció el matrimonio para proporcionar apoyo mutuo, para procrear y para reflejar el amor entre Cristo y la Iglesia (Efesios 5:25-33). Desde la creación del hombre y la mujer en Génesis, Dios señaló que «no es bueno que el hombre esté solo» (Génesis 2:18), indicando que el matrimonio es una institución divina para la compañía y la complementariedad.

La Indisolubilidad del Matrimonio

El plan original de Dios para el matrimonio es que sea indisoluble. La frase de Jesús en Mateo 19:6, «lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre», refleja este principio. El matrimonio no es un contrato temporal, sino un compromiso de por vida que debe perseverar a pesar de las dificultades que puedan surgir.

Los Desafíos del Matrimonio

El matrimonio, siendo la unión de dos personas imperfectas, enfrenta desafíos. Sin embargo, las Escrituras animan a las parejas a buscar la reconciliación y el perdón. Efesios 4:32 nos instruye a ser compasivos y a perdonar, tal como Dios nos perdona. Aunque la sociedad moderna a menudo ve el divorcio como una solución rápida a los problemas matrimoniales, Dios llama a las parejas a hacer todo lo posible por salvar su relación.

El Divorcio en la Biblia

Dios aborrece el divorcio (Malaquías 2:16), pero también reconoce que en algunos casos extremos, como la inmoralidad sexual (Mateo 19:9), puede ser inevitable. La Biblia permite el divorcio en casos de infidelidad, pero este debe ser visto como un último recurso, no una solución inmediata. Además, cuando se comete adulterio, la Biblia también deja abierta la posibilidad de un segundo matrimonio, siempre y cuando el divorcio haya sido por causas justificadas ante Dios.

Segundo Matrimonio

La Biblia permite el segundo matrimonio en circunstancias específicas. Jesús menciona la cláusula de excepción en Mateo 19:9, donde se concede la posibilidad de volverse a casar tras un divorcio si la infidelidad sexual ha sido la causa. Sin embargo, esta opción está reservada para la parte inocente en la situación. Por otro lado, algunos intérpretes ven en 1 Corintios 7:15 una segunda excepción: Cuando el cónyuge incrédulo decide dejar al creyente (aunque esto no se menciona explícitamente como una razón para volverse a casar).

Reconciliación y Perdón

Aunque el adulterio puede romper el pacto matrimonial, las Escrituras animan a las parejas a buscar la reconciliación. Dios ofrece el perdón a través de su gracia, y nos llama a perdonar a nuestros cónyuges, incluso cuando se cometen graves pecados como la infidelidad. Las relaciones pueden ser restauradas con la ayuda de Dios, y muchos matrimonios que atraviesan crisis profundas pueden ser renovados si ambas partes se arrepienten y buscan la voluntad de Dios para su vida juntos.

Reflexión Final

El matrimonio cristiano es una representación visible del amor, compromiso y fidelidad de Cristo hacia su Iglesia. En un mundo donde el matrimonio a menudo es visto como una institución desechable, la Palabra de Dios nos llama a tratar el matrimonio con el respeto y la solemnidad que merece. El perdón, la reconciliación y la fidelidad deben ser las marcas distintivas de un matrimonio cristiano. Si bien el divorcio puede ser permitido en ciertas circunstancias, el llamado de Dios siempre será a la restauración y a la búsqueda de su voluntad perfecta para la vida matrimonial.

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